lunes, 1 de junio de 2015

valor de la acogida

La acogida






¿Qué es la acogida?
La acogida es un momento privilegiado de encuentro entre dos personas, para compartir, para poner en comun una necesidad y buscar juntos alternativas de resolución.
 El primer paso de un largo camino a recorrer que tiene
 su punto de partida en una necesidad humana y su
 punto de llegada en la satisfacción de esa necesidad.
 Quien llega a la acogida está fuera de la comunidad,
 excluido socialmente. Las personas que sufren o están
 necesitadas tienden a aislarse y agobiarse, y es, en 
ocasiones, mucho el tiempo que han sufrido en soledad
 hasta dar el primer paso de buscar caminos de salida a
 través de la ayuda. La palabra acogida habla de espacio, 
de casa, de lugar, de «admitir a alguien en casa », y
 trasladándolo a la acción de los voluntarios, estamos 
refiriéndonos a la «casa», que es la comunidad, donde mirando y valorando juntos la necesidad planteada, acogeremos a las personas para que puedan encarar su necesidad de una manera nueva y comunitaria. Hablar de acogida, es hablar de comunidad.

FUNCIONES DE LA ACOGIDA:
Ofrecer una posibilidad de comunicación: Cuando se tiene con quién compartir una dificultad o necesidad, cuando se establece el puente de la comunicación, se facilita que la persona vea la situación desde otro punto de vista. Acoger es decirle a otra persona a través de la actitud: “Tú cuentas para alguien”, “Tú me importas”... Dar seguridad: La seguridad que se necesita para afrontar una necesidad es una fuerza necesaria para contrarrestar tanta fragilidad. Es fortalecer un dinamismo vital clave, que sin él, el problema seguirá sin ser asumido por la persona, porque, al pesar tanto, se ve imposible de afrontar. Es decirle: “Tú podrás afrontarlo”. Disminuir el sufrimiento: Toda relación humana es curativa, es sanadora, es capaz de despertar las potencialidades dormidas de la persona. Fortalecer aquellos aspectos positivos: Una acogida bien hecha devuelve a la persona una visión de sí misma no tan deteriorada en su totalidad, sino con posibilidades internas de poder afrontar su realidad. El sufrimiento viene acompañado de un mecanismo de defensa, que es la negación.


 Acoger significa debilitar ese muro infranqueable mientras se sufre, y devolver la confianza reforzando lo positivo. Cambiar de actitud frente al problema: Mientras no se tiene una alternativa, el dolor hace que la persona que sufre se aferre a él porque no le encuentra salida. Es muy difícil, casi imposible, diríamos, que una persona pueda salir de una situación si no tiene una alternativa. Acoger cumple la función de dar alternativas, de crear oportunidades, de apostar por una salida. Es reforzar la autoestima personal: El concepto que cada persona tiene de sí misma viene dado por cómo la ven los demás, por cómo consigue sus objetivos y cómo se percibe a sí misma. Es fácil comprender que quien viene a la acogida, tenga la autoestima personal muy deteriorada. Será nuestra función ofrecer una posibilidad de que se vea a sí misma reflejada en otros «espejos». (Cuando nos miran con buenos ojos).

Necesidades de la persona acogida:
l Ser escuchada.
l No ser invadida en su intimidad.                        
 l Ser respetada.                                                       l Decidir por sí misma, ser protagonista de su propia vida.    
 l No ser juzgada.                                                    l Tratar confidencialmente su problema                                     
l Ser tratada como persona única, con características propias.                                             l Expresar libremente los sentimientos, sean positivos o negativos.                                            
l Ser aceptada por el sólo hecho de ser persona, independientemente de las debilidades, cualidades, problemas, comportamientos,...           l Obtener una respuesta, aunque no sea la definitiva al problema planteado.

Causes para la ACOGIDA:
l La persona que realiza la acogida es muy importante; debe ser cercana, sencilla, discreta, preparada para acompañar a la persona y hacerla protagonista de su historia, con habilidad para la entrevista, sabiendo que debe descubrir las potencialidades de la persona, conocer los recursos sociales, etc
 l El espacio: Tener un lugar con luz, ordenado, agradable, que favorezca la cercanía, el plano de igualdad y la confidencialidad.

Los materiales: teléfono, fichero, informes sociales, guías de recursos, etc, para conocer la realidad y seguir el proceso..